Una de las partes más importantes en una cocina es la organización, el almacenamiento y la conservación de alimentos en las condiciones óptimas. Los que me seguís semana a semana sabéis que soy un obsesionado con la limpieza y la correcta conservación de todo lo que pasa por la cocina, desde la maquinaria, superficies de trabajo, vajilla, cubertería y, como no, los alimentos, ya sean estos perecederos o no porque sin duda alguna cada paso de la cadena hasta la mesa de un comensal es fundamental para evitar posibles problemas aun siendo dichos comensales vuestra propia familia.
En esta ocasión me voy a centrar en uno de los puntos neurálgicos
de almacenamiento intensivo en una cocina, profesional o no, un
electrodoméstico sin el que no hubiera sido posible muchos otros avances y
sobre todo aumentando la durabilidad y caducidad de los alimentos frescos y
congelados. Si, me estoy refiriendo al:
Frigorífico
Un gran avance que une la ingeniería con la química y la tecnología
y que comenzó su andadura allá por el año 1775 cuando el doctor escocés William
Cullen realizó un experimento mezclando dietil éter en una máquina de vacío y
consiguió crear hielo por primera vez de una manera mecánica. Evidentemente aún
no estaban en las cocinas. No fue hasta un siglo después cuando se realizó la
verdadera invención de este electrodoméstico.
Entre medias de estos años sí que aparecieron los llamados
"armarios de nieve" que eran armarios donde se introducía hielo con
sal. Estos armarios ya se encontraban en el interior de las cocinas.
Hacia 1879 salió al mercado el primer frigorífico doméstico
mecánico, que funcionaba con amoníaco y una bomba da vapor. En 1923 se inventó
el frigorífico eléctrico, que fabricó en serie Kelvinator, dos años más tarde.
Un gran avance que ha continuado y evolucionando hasta
nuestros días convirtiéndose en una herramienta de trabajo para la conservación
y almacenamiento de alimentos frescos y perecederos tan imprescindible que
puedo asegurar, sin lugar a equivocarme, que en occidente casi el 100% de las
cocinas tienen el suyo propio sea del modelo que sea y del estatus social o
económico al que pertenezca.
Es una autentica gozada contar con esta ayuda en cocina y lo
es aún más saber que tienes de todos tipos, precios, tamaños y adecuados para todo
tipo de usos. Pero, vamos a ir al meollo de la cuestión y te voy a dar 10
consejos rápidos y fáciles para tener una correcta organización dentro de tu frigorífico
y puedas sacarle así el máximo partido.
10 trucos y consejos para sacar el máximo partido a tu frigorífico
- verduras y frutas en el cajón inferior (o el que corresponda a tal efecto dependiendo del modelo) pero siempre sin bolsas de plástico para que aguanten más, puedan respirar y no se pudran con rapidez.
- Carnes y pescados en su compartimento en recipientes adecuados bien tapados y sin el papel gris ni las bolsas de plástico chorreantes de sangre y líquidos que se van a pudrir y nos van a contaminar el área y va a oler mal.
- Cartones de huevos fuera de la nevera. Hoy día cada nevera trae su propia zona para colocar huevos y lo de tener cartones en la misma es una auténtica barbaridad desde un punto de vista bacteriológico y podemos contaminar otros alimentos.
- Plastifica todo. Had buen uso del film transparente y deja de lado el papel de aluminio que encima no sella bien y nos da sabor además de que hay transmisión de partículas de aluminio entre el alimento y el propio papel.
- Usa tuppers de plástico herméticos de un tamaño acorde a tus necesidades pero que sean siempre cuadrados y rectangulares y que tengan la capacidad de colocarse unos encima de otros. Ahorraras muchísimo espacio que si usas tupper redondos o con formas imposibles por muy bonitos que sean.
- deja la parte superior para las cosas que prefieras que se enfríen antes y las partes inferiores para alimentos que no requieran tanto frio como verduras, hierbas aromáticas, fruta, etc...
- Hoy en día todos los frigoríficos modelo de hogar suelen tener su propio congelador, pero recuerda que no es el arca de la alianza y que lo que metas dentro a congelar tiene una caducidad también. No consumas nada que lleve más de 3 meses en el congelador.
- Siguiendo con el congelador puedes usar el compartimento de hacer cubitos de hielo para congelar ese café de más que te sobra para un café con hielo o puedes hacer lo propio con el caldo de pollo, de pescado o de carne y así disponer de cubitos de caldo para tus guisos, arroces o simplemente para tomarte un caldito calentito una fría noche de invierno.
- Alimentos que necesitan mucho espacio en el congelador (como pueda ser unas croquetas) ya que necesitan congelarse extendidas para no amontonarse y aplastarse, pueden ser almacenadas, una vez congeladas, en otros recipientes más pequeños como tupper o bolsas de congelación para asi ahorrar espacio.
- Volviendo a la parte del frigorífico en conclusión es importante mantener una perfecta organización donde los alimentos crudos deben de estar en las baldas inferiores y los alimentos cocinados en las superiores para evitar contaminación cruzada. Así como que todo esté perfectamente tapado y fechado.
Cómo ves, unos sencillos pasos que te harán disfrutar y usar
de una manera mucho mejor este fabuloso electrodoméstico que es sin dudas:
El frigorífico
Espero que te haya gustado el post de esta semana, lo hayas
disfrutado y sobre todo que te sirva tanto para disfrutar de la comida de una
manera más sana y natural como para aprender algo de una manera amena y
divertida.
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