En plena campaña navideña rodeados de turron, polvorones, cenas de empresa y comidas familiares cargadas de buenas viandas, otro año más nos toca tirar de anti-ácidos para poder sobrellevar bien tanto atasco gastronomo-festivo..
¿O no?
Para ayudarnos con este tema, esta semana cuento con la ayuda de un experto nutricionista que tiene un punto de vista muy parecido al mio en cuanto a una buena alimentación y que nos va a echar una mano con su experiencia y profesionalidad para poder sobrevivir a estas fiestas sin morir en el intento:
Juán Luís Adame Cobo
Así que no me enrollo más y os dejo con su articulo que deseo que lo disfrutéis y aprendáis un montón para llevar bien las comidas y cenas navideñas:
Es curioso, he leído el
nombre de muchas dietas a lo largo de mi trayectoria profesional. Desde la
famosa dieta de la alcachofa, pasando por dietas "détox" hasta dietas
varias de batidos. Y porque no unirme al negocio, yo voy a sacar:
La dieta de la navidad
Empezamos, tomad nota:
justo al levantarnos tomaremos un vaso de agua tibia con limón y un polvorón (o
cualquier otro dulce navideño) disuelto porque así activamos los quema grasa de
la navidad atacan y… vale. No. Si habéis entrado para leer alguna forma nueva
de hacer dieta, os tengo que decir que no. Aquí no vais a encontrar nada asi.
Pero lo de la dieta de la navidad si es cierto, y voy p´alante con ello.
1-El primer paso para
hacer correctamente la dieta navidad es orientar nuestra mente para que sea
consciente de que diciembre es un mes más, como septiembre o como
abril. Por tanto, todas las recomendaciones y todo lo que se pueda decir de la
navidad, es válido para cualquier mes. Veamos en que consiste la famosa navidad
y porque tiene tanta miga y da tanto de que hablar, que yo no me acabo de
enterar. Diciembre son 31 días. En esos días tenemos cena de nochebuena,
Navidad, cena de nochevieja, día de reyes, comida de la empresa, comida de
amigos, algún cumpleaños suelto y venga, metemos también la cena con nuestro
equipo de petanca. 8 días en los que vamos a pasarnos comiendo. En los que nos
ponemos como una bola y nos bebemos unos cuantos "alcoholes". Pero
¿Qué les pasa a los otros 23 días?
Poca cosa, bueno sí.
Tenemos una gran variedad de dulces navideños en casa y como es temporada los
vamos a consumir. No es una gran diferencia con el resto del año, porque las
galletas, los bizcochos, las tabletas de chocolate tienen poca temporada y las
consumimos siempre. ¿Qué tenemos más comidas? lo dudo. En verano las cervezas y
el calor, en feria hay que salir y tomarse algo, en semana santa hay que salir
a comer fuera todos los días porque claro, no se puede hacer el feo, en abril y
mayo las bodas, bautizos y comuniones, y claro... los fines de semana, llego
tan cansado de trabajar el viernes que tengo que ´jartarme´ y despejarme el
sábado y domingo.
No es diferente un mes
u otro, es que nos encantan las escusas. Y todas las navidades queremos
escuchar consejos navideños que no cumpliremos para la cena de nochebuena o la
comida de navidad. ¿Queréis saber cuál es el dulce navideño menos calórico? o
¿queréis saber cómo hacer más proteico el roscón de reyes? creo que no, y creo
que está bien dar algún consejo (que aparecerán al final), pero no para hacer
las navidades de dieta y pasar de las tradiciones, sino para aprovechar esa
comida y hacerla algo mejor.
2-El segundo paso, ahora
que sabemos que la navidad no es nada especial que no veamos durante todo el
año, y tenemos la cabeza orientada a lo que es la navidad, podemos continuar
con otra aclaración: hay que tomar el control. Es verdad que los
supermercados y tiendas empiezan a golpearte desde principios de noviembre con
ofertas y torres gigantes de surtidos de dulces navideños, pero no es culpa de
ellos, ellos saben que pueden hacer el negocio. Vosotros debéis plantaros y
decidir, ¿me conviene empezar a comprar estos productos ahora? o quizás pierda
sentido cuando llegue el día adecuado de tomarlos y estemos ya hartos de
comerlos. Debemos ser críticos, no hay que ver un ataque en que nuestro
compañero de trabajo lleve una bolsa llena de hojaldrinas, esta persona
pretende agradarnos y tener un detalle con los compañeros. Se agradece, pero se
elige tomarlo o no. Si consideramos que no es el momento, que hemos consumido
mucho ese día, que ya hemos comido más esa mañana o simplemente no queremos, no
pasa nada por decir no.
Si sabemos que vamos a
tener una semana con varios eventos, no está de más que comamos de forma normal
en el resto de los días. Yo sé que tenemos los domingos de hamburguesa con
patatas y los lunes de pizza a domicilio, pero si el martes es el día de año
nuevo, ese lunes podemos comer algo más controlado, unas buenas verduritas no
van mal.
3-El tercer paso, ya
sabemos que diciembre es un mes más, y que, a pesar de haber opciones, muchas
tentaciones, y tener varios eventos; también debemos entender que hemos de
seguir siendo los que mandamos en nosotros y pensar cuando nos conviene y
cuando queremos o no comer o beber algo. ¿Qué falta? pues disfrutar de
los eventos importantes y sobre todo de las personas importantes.
Porque es necesario. La comida es algo social, está presente en los momentos y
es protagonista de reuniones y eventos. Y si comemos un poco más de lo
necesario pues vale, y si bebemos algo, pues también vale. Lo ideal es buscar
el equilibrio, ni llevar el papel de la dieta de tu vecina a la comida del 25
de diciembre, ni arrasar con todo lo que puedas sin medida para empezar en
enero a hacer dieta. Es decir, controlar lo que hago, comer o beber algo que no
tomo habitualmente y no sentirnos mal por ello, siempre teniendo presente que
estamos allí para disfrutar de nuestros seres queridos y porque no, también de
la comida.
4-Por cuarto y último
lugar, algo para que reflexionemos. Los días claves de la navidad no
condicionan el estado en el que vamos a estar en enero. Si nuestra
alimentación es un desastre, cualquier momento es bueno para arreglarlo, no
pretendas empezar por quitarte de comer los días claves de la navidad. No
esperes hacer una cena de nochebuena 100% saludable, pero si es buen momento
empezar en los otros 23 días restantes. Si por el contrario tienes un estilo de
vida saludable, mantenlo durante la navidad y pásate los días que hay que
pasarse, sin remordimientos. Si sueles tener muchas frutas y verduras en tus
comidas y un frutero bien hermoso en la cocina, no lo quites en navidad. Si no
tenemos un estilo de vida saludable, en enero vamos a seguir empeorando nuestra
salud y si, por otro lado, tenemos una buena alimentación y hacemos ejercicio
habitualmente no vamos a estropearnos por bajar el ritmo o por descuidarnos un
poco. El 9 de enero estaremos de nuevo como antes.
Venga va, voy a
atreverme a dar algunos consejos para meter el toque saludable a nuestras
comidas de navidad. Seguro que no se os había ocurrido alguno e igual os
apetece aplicarlo:
1. Para la sed: agua
Es cierto que puede que consumamos algo de alcohol, pero
en vez de tener solo jarras de cerveza y vino en las mesas, es una opción
interesante dejarlas en la cocina y tener algunas jarras o botellas de agua
durante la comida para asegurarnos que, si tenemos sed, usemos el agua, y si
queremos una cerveza, vayamos a buscarla.
2. Relax en la
cocina
No me refiero a que pongamos
incienso durante la preparación de los menús, pero si tiene que ver con
meditar. Sentarnos unos días antes, calcular el número de comensales y cocinar
para ello. Establecer unos entrantes, principales y postres realistas. De tal
modo que lleguemos a los platos más fuertes aun con hambre para consumirlos y
no llegar a los 20 minutos de comer con el estómago lleno de patatas fritas,
fiambre y revuelto de frutos secos mix (que no son ni frutos secos). Hay que
intentar que no tengamos las sobras hasta el 7 de enero dando vueltas por el
frigorífico.
3. Introducir algún
plato de verdura
Ya sea principal,
guarnición o algún entrante. Si no tomas nunca no te voy a obligar a que te
comas una ensalada ese día. Pero nunca es mala idea colocar alguna opción de
verdura al horno, salteada o incluso alguna ensalada bien preparada y aliñada
para acompañar a los principales.
4. Momento del
postre:
Venga, dulces navideños hay que
poner, es el día. El 8 de noviembre quizás no, pero el 25 de diciembre puede
ser el día más indicado para consumirlos. Esto no implica que haya que poner 12
de cada tipo de postre navideño por cabeza, y tampoco excluye la presencia de
fruta. Tener algún centro de mesa con fruta y/o preparar algún plato atractivo
para sacar junto a la bandeja de dulces puede ser una buena idea.
5. Momento de
sobremesa
Bueeeeno, vamos a tomarnos una
copa. Pero vamos a hacer algo similar a lo que hemos hecho con las cervezas. No
convirtamos la mesa del salón en un botellón de piso de estudiantes lleno de
botellas de alcohol, vasos, cubiteras de hielo y un montón de botellas de
refresco. Vamos a servirnos la copa, si es que queremos tomarla y vamos a
guardar las botellas, dejando los refrescos y el hielo en la cocina. Tomarla
porque nos apetece, no porque esté delante y hay que beber.
Aquí está mi dieta de
la navidad, seguirla o no es cosa vuestra. Desde luego reflexionar nunca está
de mal y diciembre es un buen mes para ello. Yo no me salto la dieta,
disfrutamos saltando los dos juntos.
¡¡¡RECORDAD!!! Podéis seguirle en su Instagram
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