Créditos de la foto: MyLittleKitchen
El pequeño electrodoméstico y su gran
receta aliada
Durante los últimos meses es innegable que la
afición por la cocina ha resurgido de nuestro yo más interior. El tiempo libre
y el estar en casa ha hecho que en muchos casos nos hayamos puesto el delantal
e incluso hayamos recuperado recetas tradicionales. Poca gente se imaginaba que
estaría probando a hacer su propio pan en casa.
Para ese tipo de recetas que requieren amasar
o mezclar ingredientes, una batidora o una amasadora se convierten en
electrodomésticos realmente prácticos.
La gran cantidad de juguetes de cocina que nos
ofrece el mercado es inmensa y sin duda nos dan muchísimas salidas. Son estos aliados
los que nos facilitan bastante la tarea, puesto que aunque haya que reconocer
que todo lo que cuece a fuego lento y se hace despacio sabe mejor, si se pueden
agilizar los procesos, ¿por qué no hacerlo?
Además, podemos permitirnos ir un nivel más
allá en nuestro dominio culinario puesto con los utensilios adecuados todo es
más fácil. En el artículo de hoy te traemos una idea sencilla para sacarle
partido a la batidora de mano (la minipimer de toda la vida).
Hummus
de garbanzos
Es uno de los imprescindibles en la cocina
árabe pero lo estamos adoptando y normalizando en nuestras cocinas. Hace unos
años este plato apenas se conocía en España, sin embargo, hoy lo encontramos
incluso con asiduidad en las cartas de muchos restaurantes.
Es muy fácil de preparar, ideal para los meses
de verano y una solución magnífica para poner algo de picar a los invitados.
Para unas 6-8 personas se necesita:
-
2 vasos de garbanzos cocidos de
bote
-
2 cucharadas grandes de salsa
tahini (opcional)
-
una pizca de sal
-
un diente de ajo
-
media cucharada de comino molido
-
el zumo de medio limón
-
un poco de pimentón dulce
-
perejil
-
aceite de oliva
-
agua
Primero hay que echar los garbanzos en el vaso
de la batidora. Cuando se hayan convertido en una masa es el momento de añadir
la sal, el comino, el ajo, el zumo del limón y, si se quiere, la salsa tahini
(es fácil de encontrar y le da un toque sensacional).
Se le ha de ir añadiendo un poco de agua pero
controlando. El punto ideal de esta masa es que tenga una consistencia similar
a la del guacamole.
La presentación puede ser en un bol en el que hagamos un poco de hueco
en el centro para echar el chorrito de aceite de oliva, un poquito de perejil
picado (también se puede sustituir por aceituna machacada) y pimentón al gusto.
El acompañamiento ideal es con pan de pita.
¿Por
qué aquí es mejor usar la batidora de mano?
Hacerlo manualmente en modo tradicional sería
un intento muy osado y hacerlo en la batidora americana tampoco sirve porque en
ésta última tendríamos que echar más agua para que la mezcla se batiese bien,
con lo cual el hummus no tendría tanta consistencia. No obstante, también hay soluciones si te aburres y quieres
experimentar con la cocina y los métodos realmente tradicionales que se han
usado toda la vida.
Se puede optar por echar el comino sólo al
final pero ponerlo junto con la masa hace que le dé más sabor. Además, el
aceite de oliva si se prefiere se puede sustituir por aceite de sésamo,
obteniendo resultados de sabores muy parecidos.
La clave está en que quede una mezcla que se
parezca a un puré de consistencia cremosa. Si lo vemos demasiado denso podemos
añadirle un poco más de agua pero siempre teniendo mucho cuidado con las
cantidades para que no pierda su consistencia.
Y en la presentación final también podemos
añadir piñones, nueces o incluso almendras, dándole así un toque más auténtico.
Con esta receta tendrás el éxito garantizado.
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